Enamórate de la oscuridad.
Del orín de esta vida.
De las sombras de las partes ocultas.
De los pedacitos que escondemos por vergüenza.
Enamórate de la inocencia.
De nuestros miedos infantiles a la oscuridad.
Del hecho de sentirnos comprometidos.
Expuestos, de ser vistos, de salir a la luz.
De las dudas, de todo el dolor secreto, de nuestras extrañas fantasías, de los sentimientos con los que simplemente no sabemos qué hacer.
De nuestros terrores en la noche.
De la rabia que retumba justo bajo la superficie.
Del temor a no ser amados.
De los sentimientos y pensamientos que encubrimos para mantener la imagen de ‘ mi ‘.
De buenos, de amables, de espirituales.
De ‘ ese que puede mantener todo en orden ‘.
Enamórate de esta secreta humanidad.
Sabe que la oscuridad NO es oscuridad, sólo fragmentos asustados deseando salir a la luz, seres que anhelan, amor y atención y oxígeno para respirar, y ser incluidos en el cuadro más grande del YO.
No busques la luz.
Simplemente sé la luz. Sé lo que eres.
La luz de la vida.
Y ten el coraje de brillar plenamente en los lugares afligidos, en los lugares más sensibles.
Ilumina. Resplandece.
Haz que esos pequeños monstruos se sientan seguros para que puedan salir de su escondite.
Hazles saber que son hermosos.
Y dignos.
Y no monstruos en absoluto.
-Jeff foster.-